Cómo combatir el Mal Aliento que proviene del Hígado

¿El mal aliento puede originarse en el hígado?

Esta es una pregunta que ha intrigado a muchas personas a lo largo de la historia. 

En mi experiencia de más de 10 años como odontólogo especialista, he visto cómo este tema a menudo se pasa por alto o se malinterpreta. 

En este artículo, te llevaré a un viaje a través del tiempo y la ciencia para descubrir si el mal aliento podría estar vinculado al hígado. 

El misterio de la halitosis a lo largo de la historia

Para comenzar, quiero llevarte atrás en el tiempo, a una época en la que el mal aliento era considerado un misterio inexplicable.

Hace siglos, antes de la odontología moderna y la medicina, la gente atribuía el mal aliento a causas místicas y sobrenaturales. 

En la antigua Grecia, se creía que un aliento ofensivo era una maldición de los dioses.

Sin embargo, con el avance de la ciencia y la medicina, comenzamos a comprender las causas reales del mal aliento. 

A medida que exploramos esta cuestión, verás cómo las conexiones entre el mal aliento y el hígado se han estudiado y debatido a lo largo de la historia.

El hígado como filtro del cuerpo y su relación con el mal aliento

Para entender si el mal aliento puede originarse en el hígado, primero debemos comprender la función vital del hígado en nuestro cuerpo. 

El hígado es el órgano más grande del sistema digestivo y tiene la responsabilidad de procesar y desintoxicar sustancias dañinas. Actúa como un filtro, eliminando toxinas y metabolizando productos químicos.

Debido a la función que acabo de describir, es que muchas personas atribuyen que “un hígado que funciona mal, no debería poder filtrar las toxinas que ocasionan el mal aliento. Es decir, el mal aliento se produciría por un hígado con problema”.

A ver, a ver.

Realmente … ¿El mal funcionamiento del hígado puede causar mal aliento?

A lo largo de la historia, ha habido debates sobre si un mal funcionamiento del hígado puede estar relacionado con el mal aliento. 

Se ha observado que ciertas afecciones hepáticas pueden causar un olor peculiar en el aliento, pero no necesariamente el clásico cuadro de mal aliento.

El mal aliento por higado se ha relacionado con ciertas afecciones hepáticas que pueden producir un olor particular en el aliento.

¿Qué enfermedades del hígado existen?

Según el Instituto Nacional de diabetes, enfermedades digestivas y renales de los EEUU, existen muchos tipos de enfermedades del hígado.

Algunas, como la hepatitis, son causadas por virus.

Otras pueden ser el resultado del consumo excesivo de alcohol o de drogas. 

Una lesión de larga duración o el tejido cicatricial (una cicatriz) en el hígado pueden causar cirrosis.

¿Cuáles son los gases que generan el clásico cuadro de mal aliento?

Primero tienes que saber que el mal aliento se produce principalmente por 3 tipos de gases:

• Sulfuro de hidrógeno
• Metilmercaptano
• Dimetil sulfuro

Estos gases son conocidos en su conjunto como los compuestos volátiles sulfurosos.

¿Qué dice la ciencia sobre la relación entre el mal aliento y el hígado?

En 1994, el Dr. Tangerman y colaboradores publicaron un estudio donde mencionó que el gas Dimetil sulfuro estuvo siempre presente en pacientes con cirrosis.

En el 2014, el Dr. Gulielmi y colaboradores evaluaron 25 personas y no encontraron relación entre el mal aliento y la presencia de enfermedad hepática.

Ante la poca información, decidí consultar sobre el tema a un especialista en la salud del hígado, un médico gastroenterólogo.

Fue así que entrevisté al Dr. Elias San Vicente.

El doctor me dijo lo siguiente: 

“A mí, como médico gastroenterólogo, me llegan algunos pacientes y que me dicen: Es que yo leí que las enfermedades hepáticas me pueden dar mal aliento. Sí, pero ello en casos de un paciente que tiene cirrosis y para esto una cirrosis avanzada, con una enfermedad renal crónica”.

Si quieres ver la entrevista completa al Dr. Elias San Vicente:

¿Cuándo estás mal del hígado tienes mal aliento?

La respuesta es no.

Tener mal aliento no quiere decir que se tenga un problema del hígado.

Como ya expliqué anteriormente, en más del 85% de los casos el mal aliento tendrá un origen bucal.

¿Qué olor tiene el mal aliento que proviene del hígado?

Los pacientes que sufren de problemas hepáticos graves describen a su mal aliento como un olor «amargo» o «fétido».

¿Qué características tiene una persona con problemas del hígado?

Las enfermedades hepáticas pueden presentar una variedad de síntomas y características. Algunas de las características comunes de una persona con problemas del hígado incluyen:

✅ Ictericia: Color amarillento en la piel y los ojos, que es un síntoma común de enfermedades hepáticas.

✅ Agrandamiento del hígado: El agrandamiento del hígado es un indicador común de las enfermedades hepáticas.

✅ Hipertensión portal: Puede llevar a la formación de nuevas venas sanguíneas que conectan el flujo sanguíneo desde el intestino hasta la circulación general, sin pasar por el hígado.

✅ Ascitis: Acumulación de fluidos en el abdomen.

✅ Fatiga: Las personas con enfermedad hepática en etapas tempranas pueden experimentar fatiga.

✅ Dolor abdominal del lado derecho: También puede ser experimentado por personas con enfermedad hepática.

Es importante destacar que la enfermedad hepática no siempre causa signos y síntomas perceptibles, y que el tratamiento temprano puede ser crucial para prevenir complicaciones graves.

El diagnóstico y tratamiento de las enfermedades hepáticas deben ser realizados por profesionales de la salud, y pueden incluir cambios en la dieta, restricción de ciertos alimentos, control del consumo de proteínas y, en algunos casos, trasplante hepático.

Conclusiones

Con más de 10 años como especialista y cientos de pacientes atendidos por mal aliento, debo concluir que el mal aliento rara vez se origina en el hígado. 

Aunque este órgano realiza funciones vitales para la desintoxicación del cuerpo, no es una causa común del mal aliento.

La mayoría de las veces, la halitosis tiene sus raíces en la higiene bucal deficiente, infecciones en la boca, problemas sistémicos y factores dietéticos. 

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Un fuerte abrazo mi superpaciente.